sábado, 13 de diciembre de 2008

Los peligros evidentes de la minería a cielo abierto o porque los cuicatecos nos oponemos a la minería a cielo abierto III

Posteado en Voz cuicateca sobre Noviembre 23, 2008 por cac08

… porque la maldad no se cura sino con decirla,
y hay mucha maldad que decir,
y la estoy poniendo donde no me la pueda negar nadie.
Fray Bartolomé de las Casas

Desde la antigüedad el uso de los metales marcó una diferencia en el proceso de evolución de la especie humana, desde el uso meramente ornamental, pasando por el bélico hasta llegar al uso como moneda de intercambio, los metales han jugado un papel fundamental en la vida de las sociedades.
La llegada del mundo moderno, la expansión del capital y las tecnologías derivadas de la revolución industrial dieron un giro al uso de los metales, convirtiéndolos en la sustentación del desarrollo industrial, el siglo XIX y la expansión del capital abrieron el escenario para el hierro y el carbón mineral, el uso de estos se consolido en el siglo XX, con ello, las técnicas de explotación de los minerales industriales se hicieron cada vez mas destructivas
Arribamos así a los albores del siglo XXI, etapa de consolidación de la llamada globalización, en realidad un nuevo reparto del mundo en mercados regionales, divididos entre las potencias mundiales, el triunfo del capital, marcado por la primacía del mercado por sobre todo, reflejado en las políticas neoliberales alentadas por los organismos internacionales, la Organización Mundial de Comercio, OMC, el Banco Mundial, BM, el Fondo Monetario Internacional, FMI, regidos por las políticas de las NACIONES UNIDAS, en otro momento un organismo encargado de regular las relaciones del mundo, ahora defensor de las políticas depredadoras del mercado. Como tributo a las potencias financieras mundiales, después de todo el porcentaje mayor del financiamiento del organismo proviene de estas potencias, sobre todo del llamado grupo de los siete (Inglaterra, E. U., Francia, Alemania, Japón, Italia y Rusia). Secundado por los emergentes, China, India, entre otros.
No es de extrañarse, entonces que, por donde se le vea las políticas fundadas en el mercado sean las dominantes, al parecer todo es una mercancía.
Es, precisamente, debido a este signo del mercado que todas las actividades económicas desarrolladas en el mundo, sobre todo las enfocadas a la explotación de los recursos naturales han adquirido un carácter depredador, sin ningún respeto por la vida, en este sentido las sociedades subdesarrolladas, como México, que se ven forzadas a vender sus recursos, ante la inexistencia de la infraestructura para la transformación de estos recursos no cuentan con la capacidad para hacer respetar las condiciones mínimas de protección al ambiente y la vida que depende de esta.
Si bien es cierto los efectos de la actividad minera desde siempre han sido nocivos para quienes poseen las vetas, pero no la tecnología ni el capital para su explotación, no puede negarse que esta actividad ha desempeñado papeles importantes en la economía del país, aunque esta, por supuesto no se vea reflejada en la sociedad.
La minería en México tiene una larga historia, si se considera que aún antes de la época prehispánica ya se realizaban actividades mineras y metalúrgicas en lo que hoy es Taxco, Guerrero, en las Sierras de Querétaro, Oaxaca y Chiapas, así como en la Cuenca del Río Balsas. Durante el Siglo XVI, cobró auge esta actividad constituyéndose en polo de desarrollo y dando lugar a la creación de ciudades como Chihuahua, Durango, Guanajuato, Saltillo, San Luis Potosí y Zacatecas. Al mismo tiempo, las formas de producción empleadas en la minería fueron causa de graves tensiones sociales, mismas que contribuyeron a desencadenar la Revolución de 1910 y al establecimiento en la Constitución de 1917 del precepto sobre el dominio original de la nación sobre los recursos del subsuelo, en el que se basa la normatividad sobre el aprovechamiento de los minerales y metales.

Es decir que a pesar de la importancia de esta actividad en la vida económica del país, ha sido, también un elemento de discordia entre los mexicanos, el papel de la minería como detonante de la revolución mexicana y antes de la independencia no deja lugar a dudas, es especialmente preocupante que sea el gobierno el que aliente, bajo el pretexto de contribuir al desarrollo de la sociedad la realización de esta actividad, sobre todo porque en el caso de algunos de los minerales que se explotan, el país no posee la tecnología ni la capacidad estructural para la explotación, es decir esta se enfoca principalmente a surtir de insumos a los países desarrollados, sucede particularmente con los llamados metales pesados y los radioactivos como el cesio, el uranio y otros.
De este modo las políticas oficiales intentan disfrazar de alternativa para el desarrollo de los propietarios de los recursos, la nación, según reza la constitución, particularmente las comunidades indígenas del país, toda iniciativa de explotación de los recursos naturales, de suerte que el gobierno mexicano suele afirmar que tales iniciativas depredadoras se realizan con el ánimo de favorecer el desarrollo de las comunidades, aunque primeramente las mencionadas iniciativas se realizan, según el propio Estado mexicano.
Con el propósito de fortalecer a este sector, atraer la inversión nacional e internacional, proporcionar mayor certidumbre jurídica a los inversionistas, facilitar los trámites de autorización, promover la localización de nuevos yacimientos y el aprovechamiento de zonas ociosas, se integró el Programa Nacional de Modernización de la Minería 1990-1994, publicó la nueva Ley Minera y su Reglamento (Diario Oficial de la Federación 26/06/92 y 29/03/93, respectivamente), así como el Manual de Servicios al Público en Materia Minera. En apoyo a estas iniciativas, también se creó un banco integral de datos para tener un mejor conocimiento de los recursos del subsuelo y se promovió la elaboración del inventario nacional de recursos minerales.

Es decir, que las políticas oficiales siguen la idea de que lo menos importante son las repercusiones en el ecosistema y con ello en la vida de las comunidades, verdaderas propietarias de los espacios en cuestión, quienes por generaciones han contribuido a su conservación
El Estado, con esta actitud renuncia a su papel de responsable de la protección, por un lado de la nación en su conjunto, en tanto garante del cumplimiento del Estado de Derecho y de las leyes fundamentales de la misma, y, por el otro en la preservación del territorio nacional y de su integridad como punto de partida para la existencia de la Nación.
Por el contario tanto las dependencias como los funcionarios del propio Estado han asumido la responsabilidad de hacer factible uno de los aspectos clave en el desarrollo de los proyectos de minería a cielo abierto, minimizar el impacto ambiental. Además de que se trata de un requisito legal necesario para que la administración dé su visto bueno a un Plan de Explotación es necesario “vender” la idea tanto a los Ayuntamientos como a los vecinos. De modo tal que en su rol de promotores de la modernidad, los sujetos mencionados, suelen frecuentemente asumirse como los principales interesados en conservar los entornos ecológicos y preservar los derechos y la existencia de las comunidades, funciones totalmente incompatibles en el escenario que nos ocupa.

De este modo, en ejercicio de su papel gestor, para las empresas en cuestión, aplican distintas estrategias, dependiendo del nivel de conocimiento y conciencia de las comunidades hacia los proyectos mineros. Existen, sin embargo, una serie de coincidencias en el actuar, las empresas extranjeras, siempre al lado de sus socios locales, utilizan distintas formas de engaños para presentar sus proyectos como un aporte al desarrollo de las comunidades y al desarrollo del país.
Es, pues necesario desmentir toda esta cadena de engaños poniendo al descubierto los resultados desastrosos y aniquilantes, largamente documentados a lo largo y ancho del planeta, que resultan de esta actividad, entre otras que:
& En este sistema de explotación minera metalífera se abren mediante el uso de explosivos, gigantescos cráteres cuyas dimensiones pueden alcanzar 150 hectáreas de extensión y cientos de metros de profundidad.
& Generan desecación de pozos y fuentes de agua en los alrededores
& Hundimientos del terreno
& Desequilibrios en la vegetación causados por cambios en las aguas subterráneas.
& La contaminación atmosférica es producida, por una parte, por la voladura de rocas, cuyo polvo es dispersado por las explosiones. Otra fuente de contaminación con polvo son las partículas de materiales expuestos, las cuales son levantadas y arrastradas por el viento, sobre todo durante las labores de carga, transferencia y vertido.
& La contaminación atmosférica causada por gases puede ser consecuencia de las emisiones de escape de vehículos y motores (que generalmente consumen combustible diesel), así como de los vapores de voladura. En las explotaciones a cielo abierto de carbón, existen también otros peligros ligados a las características del yacimiento: por una parte, al extraer carbón de grandes profundidades puede desprenderse metano; por otra, los incendios provocados por la combustión espontánea del carbón pueden liberar gases tóxicos.
& En las explotaciones a cielo abierto de carbón, un clima seco y caliente representa un considerable peligro de incendio, pudiéndose producir la combustión espontánea del carbón expuesto en los pisos de la mina o en los puntos de carga y transferencia.
& En los vertederos de desmonte o de relave con bajo contenido en carbón, la inflamación espontánea puede provocar incendios latentes (sin llama) difíciles de apagar. Este tipo de incendios puede contaminar el medio ambiente con malos olores y gases tóxicos durante años e incluso décadas.
& En casos especiales, por ejemplo cuando se explotan yacimientos de uranio o de pegmatitas en tierras raras, puede producirse contaminación radiactiva.

Bibliografía:

SAINT MARC, Philippe. Socialización de la naturaleza. Madrid, Guadiana/Pensamiento y ensayo, 1997.
GONZÁLEZ CASANOVA, Pablo y AGUILAR CAMÍN, Héctor. (coords.) México ante la crisis, México, 6a ed., S XXI, 1993.
Mike Castillo, Amafredo Castellanos Votan contra minería Sexto municipio huehueteco se pronuncia contra explotación a cielo abierto. [en línea] PrensaLibre.com [consulta agosto 9, 2007]
Joan Martinez-Alier Los conflictos ecológico-distributivos y los indicadores de sustentabilidad. [en línea] Revista POLIS 11.htm [consulta agosto 9, 2007]
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martes, 9 de diciembre de 2008

Porque los cuicatecos decimos no a al minería a cielo abierto II.

Posteado en Voz cuicateca sobre Noviembre 8, 2008 por cac08

“Hay que crear una nueva sociedad, basada en el respeto

humano y no en el culto divino, en la igualdad, y no en

la autoridad; en la fraternidad y no en la explotación.”


Por cientos de años la civilización occidental ha pretendido descalificar cualquier opinión contraria a sus intereses, desde la inquisición hasta la guerra de baja intensidad, la censura ha servido para opacar o acallar la voz de los sin voz, tal como lo han revelado los hermanos del EZLN. Así por cada ocasión que los asuntos torales de la vida nacional se ventilan, los menos escuchados son aquellos cuya voz produce alternativas opuestas a la depredación del capital.
Desde la reforma salinista al artículo 27, pasando por el atraco de la ley de cultura y derechos de los pueblos indios en 2001, hasta la reforma de PEMEX y lo que pueda seguir, en estas circunstancias es indispensable construir argumentos que permitan rebatir al gran capital y demostrar por la vía de los hechos que tenemos la razón.
En una serie de brillantes artículos, Carlos Montemayor desnudó las entrañas de la industria minera contemporánea y sin lugar a dudas puntualizó las condiciones de ilegalidad y rapacería con que las empresas mineras extranjeras, especialmente las canadienses suelen comportarse en el mundo y en especial en nuestro país, así en una opinión tan respetada como la del autor probablemente estas verdades resulten más creíbles, sobre todo para aquellos de los nuestro que desde dentro de las comunidades pretenden saber exactamente lo que es la minería a cielo abierto y los supuestos beneficios que trae a las mismas.
Así mientras que en CANADÁ
“en el año 2001 que durante la demarcación territorial de Delgamuukw, el juez Lamer, cabeza de la Suprema Corte de Justicia de Canadá, reconoció por vez primera que los derechos territoriales de los pueblos nativos son sui generis porque, entre otras cosas, su fuente proviene de un sistema legal aborigen preexistente y porque las poseen comunalmente.
En este caso el juez reconoció que el “especial lazo” entre las comunidades indígenas y su territorio forma parte de la cultura distintiva del grupo aborigen y afirmó que el derecho a usufructuar la tierra está limitado a los usos “que no pongan en riesgo la capacidad del territorio para sostener a las futuras generaciones de los mismos pueblos aborígenes”. En otras palabras, el juez Lamer parece reconocer que un uso que interfiera con el empleo o usufructo tradicional de la tierra podría romper el lazo cultural del que surge el derecho territorial mismo del pueblo aborigen.”

En MÉXICO, las políticas estatales hacia las comunidades indígenas son, por decir lo menos la continuación de una guerra de exterminio que si bien no ha sido declarada, coloca en riesgo a las comunidades, tribus y pueblos originarios desde hace quinientos dieciséis años, prohijando al mismo tiempo que las grandes empresas trasnacionales saqueen y depreden al país, somos tributarios de las mismas y nuestras riquezas se han convertido en nuestra desgracia, son no una oportunidad para el desarrollo sino el pretexto para nuestra destrucción.
El marco es muy simple, primero se apropian de la tierra, mediante engaños o por un robo descarado, en nuestro caso todas nuestras tierras son comunales, sin embargo sin la realización de ninguna asamblea comunitaria, sin ninguna información a los interesados, sin ningún decreto oficial de expropiación, el gobierno federal ha puesto en venta (¿?) 3500 has., mejor aún, cuando los interesados hemos solicitado apoyo de instituciones como el CDI y la misma Comisión de Gestoría y Quejas de la Cámara de Diputados federal, para obtener información oficial se nos ha respondido cínicamente que ésta no está disponible, pero de estar interesados en adquirir la superficie puesta en venta podemos presentar una oferta ante la Dirección General de Minas de la S. E, es decir:
“En todos los casos hay un modus operandi común: la apropiación ilegal de tierras, la complicidad de autoridades federales o estatales, la sobrexplotación y contaminación de recursos acuíferos y el desastre ecológico por el sistema de explotación de tajo a cielo abierto y lixiviación.”
Pero el problema no para ahí, la minería a cielo abierto es especialmente peligrosa. “El sistema que las compañías mineras canadienses aplican en México para la explotación y beneficio de mineral es el conocido como tajo a cielo abierto y lixiviación a montones, prohibido en muchos países por su gran capacidad contaminante.”
La destrucción de dicho sistema es brutal, en el caso de Minera San Xavier que explota el Cerro de San Pedro en San Luis Potosí, utiliza toneladas diarias de explosivos a base de nitrato de amonio, diesel y detonantes para tumbar el cerro en por lo menos 80 mil toneladas; de este material serán aprovechables aproximadamente 32 mil toneladas, que ya trituradas se depositan en un llano tratado con arcilla. Dieciséis toneladas de cianuro de sodio mezcladas con 32 millones de litros de agua por el sistema de aspersión bañarán el material triturado provocando así la separación y precipitación de los metales contenidos. Éste es el proceso conocido como de lixiviación.
Según informa Montemayor, relacionado al proyecto mencionado, las explosiones que ya empezaron a detonar acabarán aproximadamente con un kilómetro de montaña. Luego continuarán hacia el subsuelo para producir un cráter de un kilómetro de diámetro por aproximadamente 250 metros de profundidad. Al cabo de algunos años, en el llano de lixiviación se habrá formado una montaña de material saturado de cianuro de aproximadamente 80 millones de toneladas. Lo más peligroso es que tal montaña de material contaminado se está acumulando a nueve kilómetros de la ciudad capital y muy cercana a otras comunidades. En el ejido Palma de la Cruz quedarán otros 120 millones de toneladas de material con grandes contenidos de sulfuros que no podrían ser lixiviables.
Por cierto, al menos hasta ahora la empresa que realiza los estudios (¿?) en la región, ALMADEN MINERALS LTD, es canadiense.
Esto es solo una pequeña aproximación al problema que podría generar la introducción del proyecto RAQUELITA I en nuestro espacio, vale para nosotros aplicar inversamente el refrán que reza “nadie experimenta en cabeza ajena” y verdaderamente aprovechar las experiencias de otras latitudes para evitar nuestro exterminio.
Este es tan solo un pequeño argumento en contra de la minería, seguiremos esperando los argumentos a favor.
Por lo pronto “Ndusü ni snduchi_nü”, nosotros estamos despiertos.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Declaración XXIII Reunión plenaria ampliada, CNI, Chimalaco, Axtla, SLP, noviembre 29-30 2008.

XXIII Reunión plenaria ampliada, CNI, Chimalaco, Axtla, SLP, noviembre 29-30 2008.

Los pueblos, Naciones, Tribus y organizaciones, reunidos en el pueblo indígena nahua del ejido Chimalaco, municipio de Axtla, San Luís Potosí, actualmente en lucha por la recuperación del territorio ancestral que le sustenta y por ello enfrentando la represión de los caciques y el Estado mexicano, la cual ha llegado a la agresión física directa atentando contra su dignidad y vida humana. Hemos analizado vivencias, concluyendo que hay una guerra de exterminio en contra nuestra, la cual mediante el engaño y la perversión de los marcos legales, acrecienta las problemáticas que acontecen a nuestros territorios, pueblos y naciones, por lo que:

MANIFESTAMOS

Existe una guerra de exterminio en contra nuestra que ha perdurado hasta nuestros días, esta guerra se realiza mediante todos los medios su objetivo central es la apropiación de nuestra riqueza y territorios. Para lograr esto el estado ha implementado una política que se fundamenta en el desprecio y el despojo, ante ello los pueblos y naciones contamos con la autonomía de hecho como el mecanismo más efectivo para la defensa de nuestro derecho a existir.

Solo el ejercicio de nuestra autonomía por la vía de los hechos permitirá fortalecer a las comunidades, tribus naciones y pueblos originarios, favoreciendo al mismo tiempo la constitución de lazos de solidaridad entre los pueblos y sectores de la sociedad con quienes compartimos la invisibilidad y el desprecio del Estado, abriendo el horizonte a una nueva sociedad.

Hemos concluido que la defensa de nuestras identidades, pasa necesariamente por la recuperación de nuestra tradición cultural, de nuestros recursos naturales y sobre todo del maíz como el origen de nuestra cultura y civilización, como el regalo que nuestra madre tierra ha brindado para que nuestra vida sea posible, por ello decimos no a los transgénicos y las tecnologías que destruyen el medio ambiente y con ello atentan contra toda forma de vida.

NOS PRONUNCIAMOS:

Contra la política de represión que el Estado y los caciques han implementado en contra de las comunidades originarias, en especial en caso del ejido de Chimalaco San Luís Potosí.

Contra la invasión de nuestros territorios y la destrucción de nuestras formas de vida y organización que nos dan sustentación.

Contra toda forma de destrucción y ataque a nuestras comunidades, tribus, pueblos y naciones a lo largo y ancho de la República mexicana.

Contra la criminalización de toda forma de resistencia social, opuesta a la destrucción que el sistema capitalista implementa en contra de toda sociedad.

Contra la división que el estado alienta en el Ejido Miramar, San Luís Potosí mediante la creación de un grupo paralelo de ejidatarios, quienes invadieron las tierras del mismo ejido.

Contra el engaño que el estado practica con las comunidades mediante programas como PROCEDE y FANAR, arrojando a los pueblos y naciones a una espiral cuyo destino final es el despojo de sus tierras, tal como sucede en el Ejido del Sabino Municipio de Xilitla, Hidalgo y la Comunidad Municipio Texcatepec, Veracruz y en otras comunidades y ejidos del país.

Exigimos el reconocimiento del RAN a la posesión del territorio de las comunidades, a las cuales se ha desconocido el derecho privilegiando a los grupos ajenos a las comunidades, tales como el caso del ejido la Palma, municipios de Tamazopa y Rayón San Luís Potosí, perteneciente al pueblo Xi-Ouy-Pame.

Contra la persecución y criminalización de los pueblos, ejidos y comunidades que haciendo uso de su autonomía y derecho a la existencia asumen el control de sus territorios y reclaman su derecho inalienable a la tierra y con ello a la vida.

Contra los megaproyectos, sean del orden que sean, como el que se pretende en el lago de Zirahuén, Municipio de Salvador Escalante, Michoacán, en donde se alienta la construcción de un megaproyecto turístico, financiado por el capital nacional y extranjero y promovido por el mal gobierno del estado de Michoacán, el cual atenta contra los usos y costumbres de las comunidades, alterando la ecología de la cuenca del lago.

En contra de la resolución emitida por el Tribunal superior Agrario, con fecha veintiséis de agosto del 2008, en la cual no se reconoce la propiedad del territorio ancestral que desde tiempos inmemoriales han defendido los Wixaritari de Bancos de san Hipólito, municipio de Mezquital Durango. Lo cual significa una grave violaron de los derechos fundamentales del pueblo Wixárika, por parte del Estado mexicano.

Apoyamos la decisión de Santa Catarina Cuexcomatitlán, Tuapuríe, municipio de Mexquitic Jalisco, de rechazar el proyecto carretero Amatitán-Bolaños-Huejuquilla y emprender proyectos propios de educación manejo forestal.

Apoyamos la decisión de San Sebastián Teponahuaxtlán municipios de Mexquitic y Bolaños, Jalisco de lucharen contra de las concesiones del agua que se han hecho en las comunidades del sur de San Sebastián y Tuxpan, en los alrededores de Mesa de Tirador, realizados por el municipio de la Yesca Nay y particulares invasores.

Respaldamos a las autoridades ejidales electas en la comunidad nahua de Ayotitlán, Jalisco y exigimos el cese de la destrucción de sus territorios por parte de las empresas mineras trasnacionales.

Nos pronunciamos en contra de la implementación de invernaderos en la comunidad náhuatl de Tuxpan, Jalisco.

Nos pronunciamos contra la persecución que el gobierno de Ulises Ruíz Ortiz y Felipe Calderón a integrantes del Consejo Indígena Popular de Oaxaca “Ricardo Flores Magón”, especialmente en las comunidades de San Isidro Aloapan, Cacalotepec, Santa María Yaviche y, en particular exigimos la cancelación de las ordenes de aprehensión giradas en contra de Miguel Cruz Moreno, por el caso Brad Will.
De igual modo exigimos que se generen las condiciones para el regreso del exiliado Raúl Gatica Bautista.

Respeto al derecho de las comunidades cuicatecas a la vida sin la amenaza de la destrucción de su entorno por la potencial explotación minera denominada la Raquelita I, que pesa sobre 3500 has., licitadas, por el gobierno federal de manera ilegal, sin consultar a las comunidades.

Saludamos el aniversario de la Radio Ñoondá de Xochistlahuaca, Guerrero.

Contra la represión de que son objeto las comunidades chiapanecas, zapatistas y no zapatistas.

Demandamos justicia para los masacrados de Acteal y Chincultic, Chiapas y de todas las víctimas de la guera de exterminio.

Cancelación de todos los proyectos mineros que atentan contra nuestra integralidad territorial, asi mismo contra los programas y proyectos de privatización de los recursos naturales.

Reclamamos justicia para todos los pueblos y naciones del país y del mundo.

Nos proponemos la construcción de una nueva sociedad en donde se viva en justicia con paz y dignidad, en donde no haya lugar para la impunidad.

Saludamos el aniversario del EZLN. Llamamos a la participación a todos los pueblos, tribus y naciones al Festival de la Digna Rabia a celebrarse el 26, 27, 28, 29 y 30 de Diciembre de 2008, en la Ciudad de México y 1 al 5 de Enero de 2009 en Oventic, Chiapas.


“Congreso Nacional Indígena”
“Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos”
“Nunca más un México sin nosotros y nosotras.”

Naciones

Tenek
Nahuatl
Cuicatecos
Purépecha
Mixteca
Zapoteca
Zoque
Maya
Otomí
Wixarika
Xi-ouy
Totonaca

De los estados:
San Luís Potosí
Oaxaca
Michoacán
Puebla
Chiapas
Veracruz
Tamaulipas
Jalisco
Distrito Federal
Querétaro

Organizaciones
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